[ Pobierz całość w formacie PDF ]
.Es como lo de que dijo, cuando le iban a fusilar, figúrate, que no era la primera vez que un justo moría por los demás, historias, muerto de miedo es lo que estaría y rezando el Señormíojesucristo, natural, que no es que se lo censure, entiéndeme, que me parece lógico, pero vosotros, con tal de hacer una frase, sois capaces de poner en evidencia hasta a los muertos.XXVYo te fortaleceré y vendré en tu ayuda, sí, contigo, una ayuda, yo misma lo comprendo, pero si a la niña no la da por ahí, por mi parte no pienso reprochárselo, que hay que respetar la personalidad, Mario, y cada uno es cada uno, y te pones a ver y hoy la reválida de cuarto es más que el bachiller de antiguamente, que todo va a la par, y ya ves el dinero, una peseta de aquellos entonces, como ciento de ahora, y puede que me quede corta, que parece que no pero la vida está veinte veces.Hoy se exige mucho, Mario, desengáñate, y únicamente los superdotados, ahí tienes a los García Casero, cerdos, y como ellos, casi toda la gente bien, granjas y representaciones, a ver, de mejor tono, no me digas, si hasta las mismas chicas, ya oyes a la pandilla de Menchu, “chicos con carrera, ni hablar; son unos rollos”, y no les falta razón, cariño, porque dime tú a ver qué universitario hace hoy las delicias de un guateque; ninguno, es que no falla, si, por no saber, no saben ni sostener una copa en la mano, lógico, o una cosa o la otra, déjate de preocupaciones nobles, testarudo, que eres muy testarudo, que la niña, lo que tiene que hacer, que a Dios gracias no la ha de faltar dónde elegir, es echarse un novio como Dios manda, que para privaciones bastantes ha pasado ya su madre.Mira Julia, con su noble preocupación por la música el pelo que ha echado, ahí la tienes, una casa de huéspedes, a ver, tú me dirás, todo lo norteamericanos que quieras, estudiantes y eso, sí, de acuerdo, de mejor pelaje, puede, pero hasta cierto punto, mira lo del negro, que no sé por qué regla de tres te pusiste así con papá, no hay derecho, Mario, que en la encuesta de la Tele ya lo oíste, bien claro lo dijo, y bien bien que estuvo, fíjate, que hasta le felicitó el Vicepresidente de Comercio, “todos somos hijos de Dios; el problema racial es un problema de almas y no de cuerpos”, date cuenta, no creo que se pueda decir más en menos palabras, que Valen estaba entusiasmada, y yo, lógico, pero de eso a meterlo en casa… Y no hay motivo para ponerte en ese plan, Mario, ninguno, ya ves, que aparte la repugnancia natural, hay que ver el quehacer que debe de dar un negro, imagina, sólo en lavado de ropa, que yo, francamente, le comprendo a papá, “un suplemento de treinta dólares o no me hago cargo”, como todo hijo de vecino, natural, pero eso no cambia los sentimientos de papá, Mario, que bien claro lo dijo en la Tele, “todos somos hijos de Dios”, más claro, agua, hijo mío, que en la calle, todo el mundo que qué estupendo, a ver, y que si los extranjerotes esos pensaran en cristiano, como papá, en el mundo no habría problemas raciales o eso.Yo estoy con papá, Mario, completamente de acuerdo, todos iguales, para Dios no hay diferencias, negros y blancos por un mismo rasero, ahora bien, los negros con los negros y los blancos con los blancos, cada uno en su casita y todos contentos, y si la Universidad esa, como se llame, que nunca acabaré de aprenderlo, me quiere colocar un negro, que pague doble, a ver, que también los perros son criaturas de Dios y al demonio se le ocurre meterlos en casa.Hay que ser razonables, querido, y mirar las cosas con una poquita de objetividad, que papá bien claro lo dijo, “todos somos hijos de Dios”, pero eso es en cuanto a las almas, en orden a la salvación eterna, ¿comprendes?, pero no hay ley divina que te obligue a aceptar un huésped de otro color, pues sólo faltaría.Y déjate de puntaditas y de que si del dicho al hecho va un trecho, enredador, que siempre disfrutaste buscando las vueltas al prójimo, porque lo que yo digo, si en Madrid no hay negros, que no venga, que te pones a ver y nadie le ha llamado, que estudie en su pueblo, no me vayas a decir ahora que en América no hay Universidades, que ya le oyes a Vicente, que bien buenas que son
[ Pobierz całość w formacie PDF ]