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.17Y sepan que, cuandoperseveren en los mandatos del Seor, que prometieron por el santo Evangelio y por lavida de ellos, estn en la verdadera obediencia, y benditos sean del Seor.Cap.VI: Del recurso de los hermanos a los ministros y que ningn hermano sellame prior1Los hermanos, en cualquier lugar que estn, si no pueden observar nuestra vida,recurran cuanto antes puedan a su ministro y manifistenselo.2Y el ministro aplquese aproveerles tal como l mismo querra que se hiciese con l, si estuviera en un casosemejante (cf.Mt 7,12).3Y ninguno se llame prior, sino todos sin excepción llmensehermanos menores.4Y el uno lave los pies del otro (cf.Jn 13,14).Cap.VII: Del modo de servir y trabajar1Todos los hermanos, en cualquier lugar en que se encuentren en casa de otrospara servir o trabajar, no sean mayordomos ni cancilleres, ni estn al frente de las casasen que sirven; ni acepten ningn oficio que engendre escndalo o cause detrimento a sualma (cf.Mc 8,16); 2sino que sean menores y sbditos de todos los que estn en lamisma casa.3Y los hermanos que saben trabajar, trabajen y ejerzan el mismo oficio queconocen, si no es contrario a la salud del alma y puede realizarse con decoro.4Pues diceel profeta: Comers del fruto de tu trabajo; eres feliz y te ir bien (Sal 127,2 - R); 5y elapóstol: El que no quiere trabajar, no coma (cf.2 Tes 3,10); 6y: Cada uno permanezca62ESCRITOS COMPLETOS DE SAN FRANCISCO DE ASSen el arte y oficio en que fue llamado (cf.1 Cor 7,24).7Y por el trabajo podrn recibirtodas las cosas necesarias, excepto dinero.8Y cuando sea necesario, vayan por limosnacomo los otros pobres.9Y sales permitido tener las herramientas e instrumentosconvenientes para sus oficios.10Todos los hermanos aplquense a sudar en las buenas obras, porque est escrito:Haz siempre algo bueno, para que el diablo te encuentre ocupado.11Y de nuevo: Laociosidad es enemiga del alma.12Por eso, los siervos de Dios deben perseverar siempreen la oración o en alguna obra buena.13Gurdense los hermanos, dondequiera que estn, en eremitorios o en otroslugares, de apropiarse ningn lugar ni de defenderlo contra nadie.14Y cualquiera quevenga a ellos, amigo o adversario, ladrón o bandolero, sea recibido benignamente.15Ydondequiera que estn los hermanos y en cualquier lugar en que se encuentren, debenvolver a verse espiritual y caritativamente y honrarse unos a otros sin murmuración (1Pe 4,9).16Y gurdense de manifestarse externamente tristes e hipócritas sombros;manifistense, por el contrario, gozosos en el Seor (cf.Fil 4,4), y alegres yconvenientemente amables.Cap.VIII: Que los hermanos no reciban dinero1El Seor manda en el Evangelio: Mirad, guardaos de toda malicia y avaricia (cf.Lc12,15); 2y: Guardaos de la solicitud de este siglo y de las preocupaciones de esta vida(cf.Lc 21,34).3Por eso, ninguno de los hermanos, dondequiera que est y adondequiera quevaya, en modo alguno tome ni reciba ni haga que se reciba pecunia o dinero, ni conocasión del vestido ni de libros, ni como precio de algn trabajo, ms an, con ningunaocasión, a no ser por manifiesta necesidad de los hermanos enfermos; porque nodebemos estimar y reputar de mayor utilidad la pecunia y el dinero que los guijarros.4Yel diablo quiere obcecar a los que codician la pecunia o la reputan mejor que los guijarros.5Guardmonos, por tanto, los que lo dejamos todo (cf.Mt 19,27), de perder por tanpoca cosa el reino de los cielos.6Y si en algn lugar encontramos dinero, no nospreocupemos de l ms que del polvo que hollamos con los pies, porque es vanidad devanidades y todo vanidad (Eclo 1,2).7Y si por casualidad sucediera, lo que Dios nopermita, que algn hermano recogiera o tuviera pecunia o dinero, exceptuado solamenteel caso de la predicha necesidad de los enfermos, tengmoslo todos los hermanos porfalso fraile y apóstata y ladrón y bandolero y quien tiene la bolsa (cf.Jn 12,6), a no ser63ESCRITOS COMPLETOS DE SAN FRANCISCO DE ASSque se arrepienta de veras.8Y de ningn modo reciban los hermanos ni hagan recibir, nipidan ni hagan pedir como limosna pecunia ni dinero para casas o lugares; ni vayan connadie que pide pecunia o dinero para tales lugares.9Pero otros servicios, que no soncontrarios a nuestra vida, pueden los hermanos prestarlos a esos lugares con la bendiciónde Dios.10Con todo, en caso de manifiesta necesidad de los leprosos, los hermanospueden pedir limosna para ellos.11Gurdense mucho, no obstante, de la pecunia.12Igualmente, gurdense todos los hermanos de ir recorriendo tierras a causa de algunaganancia indecorosa.Cap.IX: Del pedir limosna1Todos los hermanos empense en seguir la humildad y pobreza de nuestroSeor Jesucristo, y recuerden que ninguna otra cosa del mundo entero debemos tener,sino que, como dice el Apóstol: teniendo alimentos y con qu cubrirnos, estamoscontentos con eso (cf.1 Tim 6,8)
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